TE ENVIÉ A TI

En una ocasión un hombre hablaba con Dios y le reclamaba diciendo:
- "Señor si tu eres creador de todas las cosas maravillosas del mundo,
¿por qué permites tantas injusticias, tanta hambre, tantas guerras?."
"¿Por que no envías a alguien para que intervenga y pueda interceder por
Ti para hacer de este mundo un mundo mejor?"
Dios mirándolo fijamente a los ojos y con voz paterna y dulce le dijo:
"Sí, he tenido en cuenta todo lo que tú me reclamas hijo... por ello
te ENVIÉ A TI.."
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No asumimos nuestra responsabilidad sobre lo que sucede en el mundo y queremos y queremos que esa fuerza superior resuelva todo. Nos negamos a la percepción de que esa fuerza está en nosotros y somos creadores permanentes a través de nuestros actos, de lo que pensamos y sentimos.
¿Por qué Dios debería acabar con lo que hacemos? ¿Por qué no lo detenemos nosotros mismos?
Con ese criterio, Dios debería terminar con todos nosotros, pero como esa fuerza divina que se desprende en infinitas partes, con la misma capacidad del TODO, tiende a experimentarse en plenitud. Primero explora lo que NO ES, para saber lo que SI ES. De allí que en la humanidad haya tantas almitas dormidas jugando el juego sin recordarlo, y sufriendo tanto por sus propias acciones. Y otros, menos por cierto, entendiendo el verdadero argumento divino, decidiendo no volver a lo que han comprendido que NO ES su naturaleza ni esencia y tomando la responsabilidad de cambiar sus mentes y sus actos y vibrar en la única sintonía real que son: el AMOR.
Todo eso hay en el planeta hoy.
La balanza en continuo movimiento entre la luz y la oscuridad.
¿Por qué no la inclinamos hacia la luz?
C.M.D.